RADIO INTERECONOMIA O EL NIDO DE RATAS

Ayer, a altas horas de la noche dio mi dial con una emisora cuyo nombre al ser pronunciado produce una arcada nauseabunda que recorre la faringe y es expulsado repulsivo entre irritante chirriar de dentadura crepitante, sí, hablo sin duda de Radio Intereconomia.

En mala hora para la salud de mis oídos y de la mía propia fue a llevarme el azar ante tan desafortunado paraje insólito de la noche radiofónica. Cuantas saetas envenenas de ponzoña eran vertidas desde el belicoso frente de la derecha ultramontana a todo aquello que no se reverencia ante la España de la pandereta.

Cuantos venablos que dan a matar se reparten a diestro y siniestro, más a siniestro si cabe, en la emisora del yugo y las flechas, herencia recóndita de la CEDA y de la FET y de las JONS. Lenguas viperinas alzadas al viento cara el sol que extrañando años mejores de oscuridad y azul de meapilas dominguero que arrojan sus armas cargadas contra quien procesa su religión, la ira desenfrenada y la intransigencia desmesurada.

Desde la oscuridad de las sucias cloacas del franquismo de retranca emerge a la superficie este nido de víboras hediondas, que cual cucarachas escondidas bajo las piedras perviven anhelantes de recuperar sus sillones de la época de dictadores bajo Palio. Se mueven entre las basuras y los hedores de sumidero atrapando y arrastrando con sus tentáculos todo lo que pueden, mas lo suyo no es nido de víbora, sino de rata, rata que trajo la peste desde Italia. Si, sin lugar a duda lo suyo es nido de ratas.