España va ha ser intervenida. O como
diría Rajoy en su jerga eufemística, Europa va a prestar dinero a la banca
española. Tras días a la deriva de aquí acá, de diversos vaivenes y toreos del
ejecutivo popular, lo tan temido por el estado de la piel de toro ha llegado. A
nadie le ha tomado por sorpresa, y a quien lo haya echo, es porque no a querido
verlo, porque era más fácil mirar a otro lado y entretenerse con la “roja” o
con Eurovisión.
España va y esta mal. Tras el
rescate, la intervención, la ayuda, la subvención o como quiera llamarlo el
señor presidente, el ibex volvió a caer a medio día. España no convence. No
convence, en primer lugar porque es un país de chorizos y de mangurrianes,
donde el que no roba es un primo, un tonto. Un país que se enriqueció mediante
la burbuja inmobiliaria y la especulación bancaria.
No convence porque el partido de
la oposición se paseó por medio mundo hablado de las barbaridades económicas de
España, y de la mala gestión de su gobierno. Tras ganar la elecciones por
desmerito del partido en le gobierno y por medio de una política sucia y
rastrera, se dedican a hacer todo lo que habían dicho que no iban a hacer, pretenden
subir el IVA, que sí; es un impuesto, recortan derechos a los trabajadores, y
recortan en medicina y en educación, estancando aún más a España en ese gran
pozo de estiércol en el que lleva nadando siglos, pues sin educación no hay
futuro.
No convence, porque su
presidente, tras haber sido intervenido el sector financiero de su país, se va
a ver el partido de la selección española, porque le han invitado. Si como
oyen, como al señor le invitan pues se va. Y lo dice con esa sonrisita tan típica
en él estos últimos días. Deja a su país con el marrón y se marcha a ver a la “roja”
con don Feli y doña Leti, que haciendo gala de herederos de la jefatura de
estado, celebraban los goles al más puro estilo de Mauricio Colmenero. Y el “presi”
no se queda atrás no crean no, que disfrutaba como un tonto de un pirulí. El
rey no estaba, estaría quizá buscando a la madre de Dumbo.
Mientras tanto, el señor ministro
de Guindos, el que tiene cara de Pepe Botella, se paseo por la rueda de prensa
contándonos cuentos varios como si se tratase de un Grimm, quizá su profesión frustrada,
aunque yo le veo más de Milikito. Mientras tanto, el señor Rato, sí, el de “pero
se venden”, que se escapo como un roedorcillo de alcantarilla, con su indemnización
en le bolsillo. Que español. Mientras tanto, Valencia, Madrid y Andalucía, las
dos primeras feudos del PP, entregan sus cuentas falseadas, lo que lleva a Europa
a mandar a sus técnicos a revisar las cuentas españolas. Mientras tanto, el
banco creado por las cajas de las dos comunidades antes citadas va a la quiebra
y ha de ser nacionalizado.
¿Se entiende entonces porque
España no convence?